Bienes Inmuebles

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Somos plenamente conscientes de las vulnerabilidades y del comportamiento del sector inmobiliario durante periodos de falta de liquidez, así como su potencial cuando se produce una mejora en las condiciones económicas.

Con un enfoque patrimonialista y alejado de posturas especulativas, destinamos parte de nuestros recursos a la adquisición, gestión activa, operación y rotación selectiva de bienes inmuebles, entre los que incluimos las inversiones inmobiliarias de uso residencial y terciario y las propiedades agrícolas, con el objetivo de maximizar su eficacia operativa y rentabilidad, definiendo estrategias individuales de reforma y reposicionamiento que contribuyan a eliminar ineficiencias en el uso de recursos.

Analizamos el atractivo de los activos inmobiliarios en el mercado español y su impacto estratégico en términos de rentabilidad, según su capacidad de monetización y potencial de plusvalía, invirtiendo en aquellos cuya localización, calidad y potencial para producir flujos de caja estables a largo plazo sean capaces de aportar mayor valor y resistan mejor el paso del tiempo, con preferencia en grandes ciudades (fundamentalmente Madrid y Barcelona) y centros turísticos con mayor demanda, edificados, de buena calidad y situados en localizaciones céntricas, con posibilidades de revalorización al margen de la evolución del mercado, con valoraciones de adquisición atractivas en el momento en que se efectúe la transacción y susceptibles de generar valor a través de una gestión activa de los mismos.

Nos enfocamos en tres tipos de propiedad:

• Inmuebles de alta calidad y poco volátiles, donde un porcentaje amplio de la rentabilidad total está generado por las rentas periódicas.
• Inmuebles con una volatilidad superior que hayan sido infravalorados y donde podamos identificar una oportunidad de mejora física, operativa o financiera que podamos abordar mediante una gestión eficiente, utilizando estratégicamente la estructura de capital para mejorar la rentabilidad de la inversión.
• Activos donde un amplio porcentaje de la rentabilidad total está generado por su apreciación y están afectos a una volatilidad mucho mayor como resultado.

En un entorno socioeconómico incierto, caracterizado por una elevada inflación y la volatilidad de los mercados, la agricultura es uno de los sectores que representa una de las mejores oportunidades de inversión, tanto en la actualidad como a medio y largo plazo, gracias a su estabilidad, bajo riesgo, adecuada rentabilidad, resiliencia y capacidad de adaptación a coyunturas cambiantes.

Localizados en la Peninsula Ibérica, con una oferta limitada por las características que deben tener en función de los cultivos que se quieran llevar a cabo, no amortizables, perdurables en el tiempo, sin depreciación por falta de uso (caso de eriales o barbechos), divisibles y con un mercado formal o informal organizado, este tipo de activos nos permite, en algunos casos, que proyectos fotovoltaicos complementarios se puedan utilizar para generar flujos de caja independientes que proporcionen una rentabilidad adicional y suavizar la volatilidad de los ingresos relacionados con la producción al establecer sinergias de inversión en materia de infraestructuras.

Nuestras preferencias se centran en terrenos de regadío, de secano en zonas de alta liquidez y/o donde la escasez hace que los precios sean más altos en términos comparativos y con una tendencia creciente, valorando con mayor énfasis aquellos lugares donde sea factible encontrar agua a una profundidad razonable, estén próximos a alguna localidad importante y/o centro turístico, con facilidad de acceso y disponibilidad de servicios comunitarios.