
Blog

BLOG
Opinión y análisis económico
INFORME SOBRE EL FUTURO DEL EMPLEO 2025.
Según el informe “Future of Jobs 2025″ del Foro Económico Mundial, el 39 % de las habilidades fundamentales para los trabajadores cambiará en apenas cinco años.
Lo más alarmante, desde una perspectiva de política económica, es la pérdida proyectada de 1,6 millones de empleos a nivel global debido a la desaceleración económica, un fenómeno que podría agravar las desigualdades laborales entre regiones y que unido al aumento del costo de vida, denota una clara interrelación entre las dinámicas macroeconómicas y las decisiones microeconómicas empresariales. En este contexto resulta llamativo que la inflación, pese a haberse estabilizado, continúe afectando la viabilidad de ciertos sectores, especialmente aquellos más expuestos a fluctuaciones en costos energéticos y materiales.
Mientras que las economías avanzadas enfrentan problemas derivados del envejecimiento poblacional, las economías en desarrollo experimentan un crecimiento de la población activa. Este desajuste, si no se gestiona estratégicamente, profundizará las disparidades en la distribución del empleo global y las oportunidades de desarrollo económico. Esta asimetría resalta, en mi opinión, la necesidad de fomentar políticas de movilidad laboral y cooperación internacional para equilibrar la oferta y la demanda de habilidades profesionales.
La fragmentación geoeconómica y las tensiones comerciales destacan como factores que redefinen el marco competitivo global. Más allá de los retos logísticos y comerciales, esta tendencia expone una creciente dependencia de competencias específicas, como la ciberseguridad y la gestión de redes globales. La relocalización de cadenas de valor y el rediseño de estrategias de globalización son indicadores claros de cómo las empresas están reaccionando a las tensiones políticas y económicas entre grandes potencias como Estados Unidos y China, lo que pone de manifiesto la necesidad de adoptar enfoques resilientes, diversificando los riesgos geopolíticos y fortaleciendo las capacidades internas de innovación y producción.
Por último, la transición ecológica aparece no solo como una prioridad estratégica, sino como una obligación ineludible. Este informe ilustra cómo las empresas se están viendo forzadas a incorporar consideraciones ambientales en su planeación operativa, desde la generación de energías renovables hasta la implementación de estrategias de mitigación del cambio climático. Es alentador observar que profesiones ligadas a la economía verde se posicionan entre las de mayor crecimiento, como la ingeniería ambiental y la gestión de recursos sostenibles. Sin embargo, esto plantea un reto a largo plazo: ¿están los sistemas educativos globales preparados para capacitar a una generación que pueda responder a estas nuevas demandas?
Solo mediante una estrategia coordinada que combine innovación, inclusión y sostenibilidad podremos aprovechar al máximo el potencial de este futuro del trabajo que ya está en marcha.